Los mercados financieros están en vilo ante las reuniones de los grandes bancos centrales

Publicado por: Julio Muñoz
10/09/2023 08:00 AM
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Reserva Federal//Imagen: Dan Smith. Wikipedia.
Reserva Federal//Imagen: Dan Smith. Wikipedia.

En el último mes y medio los analistas han estado especulando sobre si seguirán subiendo los tipos de interés hasta sus máximos de 2001 para contener la inflación, aún lejos del 2 %, o se tomarán un respiro ante los crecientes riesgos de recesión.  

 

Entre esta semana y la que viene los mercados esperan con especial ansiedad la reunión de los respectivos consejos del Banco Central Europeo y la Reserva Federal. Sobre la mesa estará la crítica decisión de subir los tipos de interés a su nivel más alto desde 2001 o bien tomarse una pausa para observar el impacto de las medidas de endurecimiento monetario impuestas en el último año y medio.  
 

La cuestión no es baladí, pues de ello dependerá si el euríbor, el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas variables en España, sigue subiendo, apretando las tuercas sobre todo a los que firmaron hace poco su crédito hipotecario y a los que están por firmar.  Eso sin contar con el alto riesgo de provocar un excesivo enfriamiento de la economía con la consiguiente caída de la actividad y el aumento del paro. Un escenario que ha llevado al Banco de España a pedir prudencia al sector financiero ante un posible incremento de la morosidad en los próximos meses.  
 

Aunque ya se empieza a observar una cierta contención, contrariamente a lo que esperaba la mayoría de los analistas y deseaban los consumidores, la tasa de inflación de la zona euro no bajó en agosto, sino que se mantuvo en el 5,3 %. La tasa subyacente, sin energía ni alimentos frescos, también continúa alta. Apenas se redujo dos décimas de puntos desde el mes anterior para quedar en el 5,3 % desde el 5,5 %. 
 

Un tímido descenso debido al retroceso de algo más de un 3 % de los precios de la energía respecto a hace un año. Con todo, la energía sigue siendo un 50 % más cara que antes de la crisis, Los precios de los alimentos, en cambio, aumentaron cerca de un 10 %, lo que los convierte en un 20 % más caros respecto al inicio de la guerra en Ucrania.  
 

Los salarios, la gran obsesión de los bancos centrales 
 

En cualquier caso, la principal preocupación para el Banco Central Europeo ha sido el aumento del precio de los servicios hasta cerca de un 5,5 % con los salarios como factor clave. La cuestión para el BCE es si la ralentización económica que se viene observando resulta ya suficientes para mantener los salarios bajo control en el futuro.  
 

Los últimos datos de inflación de hoy indican que no se ha llegado ni mucho menos a un "todo despejado en el horizonte" y hacen que una subida de los tipos de interés en la próxima reunión del BCE sea la opción más probable para los analistas.  Y, lo peor, estos se mantendrán altos hasta bien entrado 2024 mientras el objetivo de inflación siga lejos del 2 %, incluso a costa de una excesiva ralentización de la economía que nos obligará a todos a apretarnos el cinturón. 
 

Una tesitura a la que también se enfrenta Estados Unidos. Los últimos indicadores han estado por debajo de lo previsto. El índice de confianza se ha deteriorado, el crecimiento de PIB se ha ralentizado al 2,1 % cuando se esperaba un 2,4 %, los indicadores de actividad siguen en zona contractiva y los datos de empleo empiezan a mostrar una sería pérdida de fortaleza al pasar la tasa de paro del 3,5 % al 3,8 %.  
 

La Fed debe evaluar los riesgos de un aterrizaje brusco de la economía 
 

Estas cifras, señalan los analistas, son menos buenas de lo previsto, aunque no necesariamente malas. De momento, de hecho, la corriente general sigue apostando por un escenario de aterrizaje suave que podría llevar a la Reserva Federal a intentar ganar tiempo en septiembre. La fortaleza del mercado laboral era su principal obstáculo para plantearse una pausa, pero eso parece haber cambiado en agosto. 
 

Una nueva subida de tipos en septiembre acentuaría el riesgo de un aterrizaje forzoso de la economía. Y nadie quiere esto y más en un momento en que la economía de China está pasando apuros, ya que tendría un efecto en cascada sobre la economía global. Con todo, los analistas no ponen la mano en el fuego ante las tensiones que siguen mostrando los datos de inflación.  
 

Un debate que ha puesto en tensión a los mercados financieros, en especial en Europa. La bolsa española, ha aguantado algo mejor que sus vecinas y pese a todo ha caído cerca de un 1,5 % en agosto. Un retroceso que le ha llevado a ceder otra vez la sicológica referencia de los 9.500 puntos. De no recuperarla pronto, corre el riesgo de seguir perdiendo posiciones en la recta final de año.  


Julio Muñoz es periodista de información económica y experto en comunicación. 

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