Molina también fue un enclave brujeril

18/02/2024 08:00 AM
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Judería de Molina de Aragón//Imagen: Cortesía Julio Martínez.
Judería de Molina de Aragón//Imagen: Cortesía Julio Martínez.

El municipio acumula varias leyendas sobre brujas se trasladaban, hipotéticamente, hasta Gallocanta, una localidad de Zaragoza donde se convocaba un aquelarre

 

El Señorío molinés es conocido por marcar las temperaturas mínimas de España. Siempre aparece en los medios de comunicación con unos niveles de mercurio que hielan la sangre. Sin embargo, este territorio ofrece mucho más. Cuenta con una historia centenaria y un patrimonio digno de mención. Para muestra, su capital, Molina de Aragón, cuyo devenir se contabiliza por siglos y, gracias a ello, cuenta con una gran cantidad de monumentos. De hecho, esta ciudad fue declarada como Conjunto Histórico-Artístico en 1964, aunque posee una riqueza que es menos conocida y que -al mismo tiempo- habla del pasado de este municipio.


Nos referimos a las leyendas. Unos relatos que nos han legado nuestros ancestros y, aunque en muchas ocasiones no son ciertos al cien por cien, sí que se refieren a elementos míticos que se desarrollaron en un enclave determinado. En este caso, hablamos de la supuesta tradición brujeril de la capital señorial, cuyas protagonistas se trasladaban -hipotéticamente- hasta Gallocanta, una localidad de Zaragoza donde se convocaba un aquelarre.

 

El primer caso de brujería molinesa -en orden cronológico- se documentó en el primer tercio del siglo XVI, en 1527, siendo Águeda de Luna la acusada. La chica, apenas adolescente, procedía de Hinojosa y era miembro del servicio de una acomodada familia radicada en Molina, asegura Javier Fernández Ortea, en su libro 'Alcarria bruja. Historia de la hechicería en Guadalajara y los procesos de la villa de Pareja'. En el proceso inquisitorial se distinguieron "todos los ingredientes de la brujería clásica", entre los que se encontraban "vuelos, aquelarres, metamorfosis y el infanticidio", añade el historiador.
Además, un testigo aseguraba que la joven empleaba "un botecito de unto de su abuela", que se lo aplicaba en varias partes de su cuerpo, como los pies, las manos, las corvas, las axilas y las pestañas. Tras ello, recitaba la siguiente letanía:

 

De viga en viga
con la ira de Dios
y de Santa María

 

Una vez concluido este rezo, comenzaba a surcar los cielos para llegar a Gallocanta y asistir a los conciliábulos que allí se convocaban. En algunos casos, aparecía "convertida en felino" para hacer sus prácticas brujeriles. La asistencia a las mencionadas reuniones fue reconocida por Águeda de Luna tras sufrir tormento. Después de padecer las torturas inquisitoriales, la chica también admitió que su abuela la instruyó en la brujería en Villel de Mesa, una localidad situada al noreste del Señorío. Finalmente, la encausada fue condenada a 15 años de prisión en las cárceles del Santo Oficio. Una sentencia que -asimismo- contempló un año adicional de arresto domiciliario, donde -además- debía llevar el "difamante sambenito".

 

Juana Ortega, acusada de infanticidio

 

En 1552 se produjo otro proceso brujeril en Molina. La protagonista fue Juana Ortega, según se asegura en el libro 'Guadalajara, tierra de leyendas'. Las acusaciones contra ella tuvieron "un perfil similar al anterior". En las denuncias se exponía ·"su devoción a entrar en casas ajenas con 'malas intenciones' e, incluso, se la acusó de asesinar a un niño". Para acceder a estas viviendas "se vestía de forma diabólica", añade Javier Fernández Ortea.

 

En este caso, la figura felina tenía un peso muy importante. Se aseguraba que Juana contaba con tres gatos negros, que -según las denuncias- se encontraban empapados de lo diabólico de su dueña, a quien ayudaban en sus acciones. Estos animales "llegaron a ser denostados por la Iglesia Católica". El papa Gregorio IX "les declaró servidores del Diablo en 1233", mientras que Inocencio VIII estableció -en 1484- que los mininos que estuvieran en compañía de una mujer "fueran tenidos por familiares, siendo quemados con sus amas", añade Fernández Ortea.

 

Condenado por la Inquisición española con un sambenito y una coroza en un auto de fe (Goya)//Imagen: Wikipedia.
Condenado por la Inquisición española con un sambenito y una coroza en un auto de fe (Goya)//Imagen: Wikipedia.

 

María Bernal y Barrabás 

 

Otro ejemplo de bruja molinesa fue María Bernal, a la que se unieron un hombre llamado Ortega y otras féminas de la ciudad. Los miembros de este grupo "se untaban con manteca de cerdo e iban a medianoche al cementerio, de donde extraían huesos de difuntos y -si era posible- algún pedazo de carne en plena putrefacción, el cual freían en manteca para confeccionar un ungüento de color amarillento que María Bernal guardaba en un bote", explica Juan Blázquez, en 'Castilla–La Mancha. Magia, superstición y leyenda'. "Con él se untaban y, en una oscura habitación, invocaban al diablo, recitando: "Barrabás, ven tú y tu familia", y en la segunda o tercera súplica aparecía bajo la figura de serpiente o de gato, y todos se iban volando".

 

Fue el tal Ortega quien acabó confesando estas supuestas fechorías ante las autoridades molinesas. Realizó dicho testimonio después de sufrir tormento. Más concretamente, se le pringaron las plantas de los pies con manteca y se las acercaron al fuego. "El dolor que le produjo la grasa sobre la piel fue lo que le empujó a declarar cuanto quisieron", indica el especialista José Talavera, en su obra 'Guadalajara de leyenda. Historias y leyendas de Guadalajara'.

 

Otros relatos

 

Además, en la capital señorial también hubo algunos casos de 'magia'. Hacia 1631 se formularon hechizos amorosos, en la figura de Juan de la Muela, presbítero en esta ciudad, y uno de los escasos varones que se dedicaban a las artes amatorias propias de la hechicería. De hecho, "no cesaba en su empeño por obtener los favores del sexo contrario", según denunció uno de los confidentes.

 

En la capital del Señorío se distinguió -igualmente- el caso de María Sanz, que se desarrolló en 1663. La mujer realizaba acciones para "conseguir amarrar a un amante" utilizando "sangre menstrual mezclada con vino, como potente elixir de atracción sexual", describe Javier Fernández Ortea. Esta mujer también fue acusada de emplear "sus malas artes para la obstrucción, mastitis o abscesos en la lactancia materna"o de "controlar la voluntad de animales y humanos a través de sus prácticas mágicas".

 

Por todo ello, llegó a poseer poco aprecio entre los vecinos. Una circunstancia que acabó afectando al fallo del Santo Oficio, que se dictó el 20 de abril de 1665. Se la condenó a ser "gravemente reprendida, advertida y desterrada por dos años […] a ocho leguas de contorno". Hay que tener en cuenta que "el destierro era una pena habitual, utilizada como vía de subsanar el escándalo público de su presencia y sus malas artes en una comarca concreta", añade Fernández Ortea.

 

De igual forma, y también en Molina de Aragón, se ha de recordar a Manuela Pérez, quien se dedicaba a las labores de alcahueta. Hacia 1784 todavía acudían a ella personas interesadas en sus artes amatorias. La referida hechicera "alardeaba de tener el control sobre los hombres". Sin embargo, "las acusaciones en su contra se basaban en habladurías, pero nunca en pruebas o testimonios de primera mano", se añade en el libro 'Guadalajara, tierra de leyendas'.

 

Por tanto, y como se puede comprobar, Molina de Aragón no cuenta -exclusivamente- con una luenga historia -que se cuenta por siglos- o un patrimonio espectacular, en el que destaca el castillo, una de las fortalezas más grandes de España. También ofrece multitud de leyendas, que enriquecen el devenir de la localidad, así como la visita que los caminantes realizan a esta ciudad arriacense. ¡No te las pierdas!

 

Castillo de Molina de Aragón//Imagen: Cortesía Julio Martínez.
Castillo de Molina de Aragón//Imagen: Cortesía Julio Martínez.

 

Bibliografía.

BLÁQUEZ MIGUEL, Juan. Castilla–La Mancha. 'Magia, superstición y leyenda'. León: Editorial Everest, 1995.

FERNÁNDEZ ORTEA, Javier. 'Alcarria bruja. Historia de la hechicería en Guadalajara y los procesos de la villa de Pareja. Pareja' (Guadalajara): Océano Atlántico Editores, AACHE Ediciones, Excmo. Ayuntamiento de Pareja (Guadalajara), 2022.

MARTÍNEZ GARCÍA, Julio. 'Guadalajara, tierra de leyendas'. Guadalajara: Océano Atlántico Editores, AACHE Ediciones, 2023.

TALAVERA, José. 'Guadalajara de leyenda. Historias y leyendas de Guadalajara'. Córdoba: Editorial Almuzara, 2021.

 

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