25 N: Los recursos para luchar contra la violencia de género, tan real que mata

Publicado por: Marta Perruca
24/11/2023 08:00 AM
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Imagen: RDNE Stock project/pexels.com
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La violencia de género ha acabado con la vida de 53 mujeres en lo que va de año. El Sistema VioGén realiza el seguimiento de 545 víctimas de violencia de género en la provincia de Guadalajara y 919 mujeres están siendo atendidas por los recursos de acogida y los centros de la mujer a consecuencia de esta lacra social. Pero estas son sólo algunas de las cifras de la Violencia Machista: la punta del icerberg de una realidad muchas veces silenciosa que aniquila de múltiples formas a la mujer. Desde la sede provincial del Instituto de la Mujer, la delegada de Igualdad, Laura Gil Pascual y los técnicos, María de los Ángeles Serrano Torres y Jesús Enrique Nieto Calvo, explican cuáles son los recursos y apoyos que tienen a su disposición las mujeres y la sociedad en general para hacer frente y prevenir esta relidad 

 

El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer: Una lacra social que aunque no debería ser así, hay que recordar que existe y es real. Lo dicen los números: Las 53 mujeres que han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año. Han muerto porque las han matado, porque en nuestra sociedad existe un problema muy grave ante el que no podemos cerrar los ojos o ponernos de perfil y mucho menos darle la espalda.

 

Pero no son sólo esas 53 mujeres que, por desgracia, ya no están. Son los 545 casos que se encuentran bajo el seguimiento del sistema VioGén en la provincia de Guadalajara, que llevan a cabo los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado; las 919 mujeres víctimas de violencia de género que están siendo atendidas en los tres recursos de acogida y en los diez Centros de la Mujer con los que cuenta esta provincia; los 460 casos que llegaron a estos Centros de la Mujer entre enero y noviembre porque han sufrido situaciones de violencia machista; las mujeres que están detrás de las 1.837 consultas que se han registrado durante este periodo, relacionadas con violencia de género; los 55 nuevos ingresos que se han producido en esos tres recursos de acogida que hay en Guadalajara en lo que va de año y todas aquellas mujeres que están fuera de las estadísticas, porque los números sólo muestran la punta de iceberg.

 

Y es precisamente esa realidad latente, la que no está en seguimiento por ninguno de los recursos del Estado o de las comunidades autónomas, la que hace imprescindible la conmemoración de este día y la lucha feminista para erradicar la violencia contra la mujer, que no es cosa sólo de un 25 noviembre, sino que debe mantenernos alerta todos los días. La violencia escondida que muchas mujeres sufren en silencio y en absoluta soledad y que corre el riesgo de pasar a engrosar esa macabra lista de mujeres asesinadas, porque no se puede actuar sobre lo que no se conoce.

 

Desde el Instituto de la Mujer en Guadalajara, la delegada de Igualdad, Laura Gil Pascual y los técnicos, Jesús Enrique Nieto Calvo y María de los Ángeles Serrano Torres, explican a El Decano de Guadalajara los diferentes recursos, herramientas y apoyos que tienen a su disposición las mujeres en esta provincia para hacer frente a esta realidad y algunas de las claves que nos pueden a ayudar a acercarnos y comprender mejor este problema social.

 

Tal y como explica la delegada de Igualdad, el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha facilita a las víctimas de violencia de género un servicio de información y consulta permanente al que se puede acceder directamente a través del teléfono 900 100 114, que además incorpora un servicio de teletraducción o del 016, que es de ámbito nacional y no deja rastro en la factura. “Se puede llamar a los dos, pero el 900 100 114 es el teléfono directo de Castilla-La Mancha, mientras el 016 es de ámbito nacional y lo que va a hacer es derivar al servicio regional”, aclara la delegada.

 

Este teléfono, también está abierto a la ciudadanía en general para atender emergencias, así como todo tipo de consultas relacionadas con la violencia de género.

 

Una decena de Centros de la Mujer en distintos puntos de la provincia

“Hasta que una mujer es consciente de que está sufriendo violencia pasa tiempo y hay una evolución. Normalmente, cuando ellas empiezan a tener conciencia del problema suelen buscar esa información y para ello suelen acudir a los centros de la mujer”, explica Nieto Calvo.

 

En la provincia existen una decena de centros que dan cobertura a todo el territorio en Guadalajara capital, Azuqueca de Henares, Villanueva de la Torre, Cabanillas del Campo, Marchamalo, Molina de Aragón, Sigüenza, Cifuentes, Mondéjar y El Casar, que en lo que va de año han atendido a un total de 2.683 mujeres y resuelto 16.472 consultas, no sólo sobre violencia de género, sino sobre el amplio espectro de problemas y dudas a los que se enfrentan las mujeres en su vida cotidiana.

Centro de la Mujer de Cabanillas del Campo.
Centro de la Mujer de Cabanillas del Campo.

Estos centros, comentan los técnicos, cuentan con tres profesionales en trabajo social, psicología y derecho y en algunos de ellos, sobre todo en los municipios de mayor tamaño y población, cuentan con una cuarta persona especializada en el ámbito laboral, para ofrecer a las mujeres una intervención integral.

 

“Cuando una mujer es consciente de la violencia que sufre se le plantean muchos problemas: Si yo ahora dejo esta relación, ¿qué pasa con mis hijos o hijas, la casa o incluso los animales de compañía?. Todos esos problemas los tienen metidos en la cabeza y en numerosas ocasiones son los lastres que les impiden salir de ahí. Son los agarres que el agresor utiliza muchas veces como chantaje. Ese paso es importante porque ellas han empezado a considerar esa situación como violencia y cuando comienzan a ir a los centros de la mujer las profesionales trabajan esa evolución en su cabeza. Una vez tienen el reconocimiento del problema es cuando empiezan a tomar decisiones”, relata Nieto Calvo

 

Hasta llegar a ese punto en el que las víctimas se sienten preparadas para pasar a la acción, continúan los técnicos, puede pasar mucho tiempo “y en ese tiempo pueden cambiar las situaciones. Es decir, a lo mejor ella estaba viviendo con el agresor y ha dejado de hacerlo, pero persiste el acoso y se está gestando la posibilidad de denunciar”.

El Centro de la Mujer de Marchamalo ha sido el último en incorporarse a la red.
El Centro de la Mujer de Marchamalo ha sido el último en incorporarse a la red.


El círculo de la violencia de género

Los técnicos del Instituto de la Mujer ponen de manifiesto que muchas mujeres sufren situaciones de violencia “de libro” y sin embargo “aún siguen pensando que no tienen una razón suficiente para denunciar”. En este sentido, insisten en que violencia de género no sólo es la agresión física: “Antes de esa agresión hay muchos tipos de violencia que lo que van haciendo es mermar la capacidad de la mujer para hacer frente esa situación”.

 

En los centros de la mujer encuentran el asesoramiento y el apoyo oportunos para dar el paso y denunciar esas situaciones de acoso, amenazas u otros tipos de violencia, así como el acompañamiento en todo el camino.

 

Se trata de un proceso largo y complicado por la naturaleza de este tipo de violencia. Es la mujer la que tiene que dar ese paso decisivo de interponer una denuncia y desde los Centros de la Mujer tienen claro que es algo que tienen que trabajar previamente de manera muy concienzuda, a no ser que exista un riesgo manifiesto e inminente que justifique actuar de oficio: “Si la mujer no está del todo conforme, a lo mejor va a poner la denuncia, pero no la va a ratificar, por lo que eso va a quedar en nada y, además, va a generar un cúmulo de tensión. Esa mujer va a volver a casa con el agresor y eso puede tener represalias. Es un proceso que hay que llevar muy trabajado porque si las mujeres no lo tienen claro y no es su momento pueden volver con los agresores, abandonar el recurso, etc.”., valora María Ángeles Serrano.

 

Asimismo, explican que, en ocasiones, la violencia no sólo la ejerce el agresor, sino que tiene aliados en contra de la mujer, que pueden ser la familia, los amigos y toda esa parte social que han compartido: “La preguntan, la juzgan, le dicen cosas como ‘mírale, está hecho polvo por ti, porque le has denunciado’. Son cuestiones que siempre se le hacen a la mujer y vuelven a ser otro lastre para ella. Muchas mujeres cuando acuden al juzgado no quieren que a ellos les metan a la cárcel, precisamente por la presión que ejerce ese círculo cuando él no pensaba que le hubiera podido matar cuando le agredía. A la primera que juzgan normalmente es a la víctima y la que tiene que huir es siempre la víctima”.

 

Los profesionales han identificado determinados patrones de conducta en las víctimas que conocen como el círculo de la violencia de género: “Es un proceso cíclico. Cuando hay una agresión, el agresor suele pedir perdón y dice cosas como: "yo no quería, me ha dejado llevar por el alcohol etc.", y después hay un episodio que conocemos como luna de miel que puede ir acompañado de algún regalo y promesas de que todo va a cambiar, que es lo que ella quiere. Cuando has empezado un proyecto de vida con una persona quieres que eso funcione (…) Ahí entran en juego todos esos condicionamientos sociales, culturales, religiosos, que van diciendo 'aguanta, esto lo puedes sacar adelante porque eres una luchadora'. Las mujeres entran en ese juego y vuelven a la convivencia y entonces se da una etapa más o menos tranquila, hasta que empiezan otra vez las pequeñas cosas, los insultos, los menosprecios, los comentarios de 'quién te va a querer, dónde vas a ir...' Hasta que hay otro episodio de violencia grave. Lo importante de este ciclo es que cada vez las fases van durando menos. Esa luna de miel y la etapa tranquila son cada vez más cortas y al final llega un momento en el que esa violencia es constante y ya no hay tregua. La mujer se ve atrapada en ese círculo y muchas veces acaba muy mal”.

 

El Servicio Atenpro de Atención y Protección de las víctimas de violencia de género

Por otro lado, el Ministerio de Igualdad, a través de un convenio con la Federación Española de Municiapios y Provincias (FEMP), mantiene el denominado Servicio Telefónico de Atención y Protección para víctimas de la violencia de género (Atenpro), un dispositivo móvil con localización que ofrece a las víctimas de violencia de género una atención inmediata, ante las eventualidades que les puedan sobrevenir, las 24 horas del día, los 365 días del año y sea cual sea el lugar en que se encuentren.

 

“Es una herramienta de defensa, porque si la víctima se siente acosada por su agresor, puede buscar un sitio seguro, una tienda o un lugar donde sepa que no va a ser agredida porque haya más gente y pulsar el terminal. Atenpro, que está gestionado por Cruz Roja, responde a esa llamada y localiza a la víctima, al tiempo que se pone en contacto con la policía”, relata Nieto Calvo.

 

El técnico detalla que la solicitud del Atempro incluye una serie de datos como la descripción del agresor o el vehículo que tiene, de tal manera que los agentes de la policía puedan tener una imagen física del mismo a la hora de acudir al lugar y proteger a la víctima.

 

Además, indica la delegada de Igualdad, a través de este dispositivo se hace un seguimiento de las usuarias mediante llamadas de teléfono periódicas.

 

Este servicio es gratuito y se solicita en los Centros de la Mujer y en Guadalajara capital también a través de los Servicios Sociales.

 

“En el Instituto de la Mujer hacemos la coordinación de todos los dispositivos, excepto los de Guadalajara capital y nos comunican las incidencias que ha podido haber para que esa información se tenga en los Centros de la Mujer y en los recursos en los que se trabaja con estas mujeres”, detalla.

 

Castilla-La Mancha cuenta con 15 recursos de acogida para mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos o hijas, tres de ellos están en Guadalajara

Para los casos más graves, existen los recursos de acogida a las mujeres víctimas de violencia de género y a sus hijas e hijos menores. En el conjunto de Castilla-La Mancha existen 15 recursos de este tipo, de los que tres se encuentran en la provincia de Guadalajara. Estos recursos se clasifican en Centros de Atención Urgente, que ofrecen alojamiento y protección por un periodo corto de tiempo, especializados en el diagnóstico interdisciplinar y la valoración para la derivación al recurso más adecuado; Casas de Acogida, que ofrecen un alojamiento temporal de larga estancia en condiciones de seguridad, donde tanto ellas como sus hijas e hijos menores reciben una atención especializada para la recuperación de las secuelas de la violencia de género; Centros de Atención Integral, con plazas de atención urgente y de larga duración; y Centros de Atención y Valoración Integral, que ofrecen atención permanente y valoración integral para mujeres víctimas de violencia de género con problemáticas asociadas.

 

También se contempla otra modalidad de recurso que son las viviendas tuteladas para que, con carácter temporal, las mujeres víctimas de violencia de género que han finalizado su proyecto de intervención en los recursos de acogida puedan vivir de forma independiente.

 

“Es muy triste que la que tiene que huir siempre es la mujer. Es la víctima de una agresión y es ella la que se tiene que refugiar, porque muchas de las veces el agresor está suelto”, comenta Juan Enrique Calvo.

 

Los técnicos hacen hincapié en que no es necesario que exista una denuncia para acceder a estos recursos, porque el papel de los mismos es proteger a la víctima ante un riesgo grave para su vida y su integridad física. Si bien es cierto, señala Calvo Nieto, en los casos en los que existen menores “se les aconseja siempre que pongan una denuncia, teniendo en cuenta ciertas actuaciones que puede llevar a cabo el agresor”.

 

Intervención de emergencia a través de los centros de salud y hospitales

Otra de las vías, es la que representan las mujeres que no han tenido contacto con ningún centro de la mujer y nunca ha pedido ayuda, pero en un momento determinado se produce una situación de violencia muy grave, que en la mayoría de casos suele ser una agresión física o una amenaza inminente muy importante.  En ocasiones, señala el técnico, todos esos condicionamientos que las mujeres acarrean desde la infancia “hacen que crean que ellas mismas pueden arreglarlo. En las bodas religiosas se escucha eso de que el amor lo aguanta todo y en ese ‘aguanta todo’ llegan a soportar la humillación y la violencia. Hay muchos condicionamientos culturales, sociales, etc., que lastran a la mujer para tomar esa decisión”.

 

En este tipo de casos, la intervención se activa cuando la víctima acude al centro de salud o al hospital, desde donde dan parte a la Policía o a la Guardia Civil y se llama al al teléfono de urgencia de Castilla-La Mancha 900 100 114.

 

“El Servicio de Emergencias de Castilla-La Mancha 112 también nos avisa cuando hay una mujer que ha sufrido agresiones y hay un protocolo de intervención diseñado para las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, que en estos casos, siempre facilitan a la víctima el contacto de los centros de la mujer”, añade la delegada de Igualdad.

 

Casí 550 mujeres en seguimiento por el Sistema VioGén en la provincia

El Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGén) es desarrollado por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado: Policía Nacional, Guardia Civil y, en ocasiones, Policía Local, si hay un convenio, en coordinación con el Instituto de la Mujer. Se activa cuando hay una denuncia y establece un dispositivo de seguimiento de la víctima: “Realizan una batería de preguntas mediante la que valoran el nivel riesgo que existe, que puede ser desde extremo hasta no apreciado y van viendo cómo evoluciona. Cuando ya no hay Orden de Protección y se alcanza el nivel ‘no apreciado’, cesa el seguimiento, porque seguir insistiendo se consideraría una revictimización. La mujer ha terminado esa fase. Ese riesgo ha terminado. El agresor ha podido ser detenido o la mujer ha evolucionado, quizá porque ha puesto tierra de por medio y ha iniciado una nueva vida alejada de esa realidad”

 

Tal y como explica Calvo Nieto, aunque no siempre, normalmente va aparejado a una Orden de Protección: “A veces esa Orden de Protección termina, pero la Guardia Civil valora que esa situación de riesgo todavía existe y mantiene el seguimiento”.

 

En la actualidad, el Sistema VioGén tiene a 545 mujeres bajo seguimiento en la provincia de Guadalajara.

 

Tanto VioGén como Atenpro no impide a la mujer cambiar su domicilio y en cualquier momento pueden solicitar el traslado del servicio a otra provincia.

 

Unidad de Violencia de Género de la Policía Local en Guadalajara

La Policía Local de Guadalajara cuenta con una Unidad de Violencia de Género pionera en Castilla-La Mancha que participa en este sistema VioGén, concretamente, con los casos de nivel bajo y no apreciado. Está formado por cinco agentes que se dedican de manera específica a ayudar a las víctimas. Además, la Unidad de Violencia de Género acompaña a las mujeres a los procesos judiciales, como en cualquier otra situación en la que sienta miedo o angustia a la hora de alejarse del círculo del maltrato

 

“También se ha hecho en localidades como Azuqueca de Henares o Cabanillas del Campo, que tienen Policía Local con la que se ha elaborado un protocolo y recibe formación específica. De la misma manera, existen Comisiones de Violencia de Género en las que participan centros educativas y otros agentes sociales, junto con la Guardia Civil y la Policía Local desde donde se coordinan todas las acciones en este sentido”, explica la delegada de Igualdad.

 

Una Ley en la vanguardia para una Sociedad Libre de Violencia de Género en Castilla-La Mancha

 

En Castilla-La Mancha existe desde el año 2018 la Ley 4/2018 de 8 de octubre, para una Sociedad Libre de Violencia de Género. Un marco legal muy avanzado que da un paso más respecto a la normativa estatal que sólo contempla como violencia de género la ejercida por la pareja o expareja -y gracias a la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, más conocida como la Ley del ‘sólo sí es sí’, ahora también la agresión, el abuso y e acoso sexual-, para considerar también como tal la trata de mujeres, la explotación sexual; el matrimonio o emparejamiento a edad temprana concertado o forzado; la mutilación genital femenina; las manifestaciones de violencia ejercidas a través del uso de las tecnologías y los medios sociales; el acoso sexual o por razón de sexo en el ámbito laboral; cualquier conducta que mediante el uso de la intimidación o la violencia coarte la libertad en el pleno disfrute de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres; o cualquier otra manifestación de violencia que lesione o sea susceptible de lesionar la dignidad, la integridad o la libertad de las mujeres, que se halle prevista en los tratados internacionales o en el ordenamiento jurídico estatal o autonómico.

 

Esta Ley contempla como formas de violencia de género en su artículo 5 la violencia física, psicológica, económica, sexual, ambiental, entendida como cualquier acto o conducta, no accidental que provoque un daño en el entorno de la víctima, incluidos los animales de compañía, con el objeto de producir un maltrato psicológico o emocional; la violencia simbólica, con la utilización de iconos, representaciones, narrativas o imágenes que reproduzcan o transmitan relaciones de dominación de los hombres respecto a las mujeres; o la violencia institucional.

 

“En Castilla-La Mancha consideramos todas estas manifestaciones como violencia de género, así como las formas de violencia de género. La gente cree que sólo existe la física y ahora vamos entrando con la psicológica, pero está la económica, la sexual, ambiental, simbólica e incluso la vicaria, de la que ahora se habla más. Es la violencia que se ejerce contra las mujeres instrumentalizando a los hijos e hijas”, comenta María Ángeles Serrano.

 

Red de Empresas por una Sociedad Libre de Violencia de Género

Además, existen convenios de adhesión a la Red de Empresas por una Sociedad Libre de Violencia de Género de la que forman parte 13 empresas de la provincia de Guadalajara. Las empresas se pueden unir a la red por dos vías: bien firmando un convenio con la Subdelegación del Gobierno contra la Violencia de Género para promover actividades de sensibilización contra la violencia machista, o bien firmando un protocolo con el Instituto de la Mujer para fomentar la inserción laboral de las mujeres víctimas de violencia machista.

 

Programa Contigo para víctimas de agresión sexual

Por otro lado, el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, a través del programa “Contigo”, financiado por el Ministerio de Igualdad, ofrece atención psicológica a mujeres mayores de edad víctimas de agresión sexual, en la infancia o recientemente, siempre que no se hayan producido dentro de la pareja, ya que para ello están los programas dirigidos a violencia de género. “Se trata de mujeres que han podido ser víctimas de una violación en cita, o en la infancia y han sido abusadas durante mucho tiempo y eso no ha tenido una respuesta y se queda dentro y va machacando internamente, generando malestar físico, mental, psicológico, además de unas trabas importantes, por ejemplo, a la hora de tener una relación sana con otra persona”, comenta el profesional del Instituto de la Mujer. A este programa también se puede acceder a través del teléfono 900 100 114, sin necesidad de pasar por el Centro de la Mujer.

 

Por último, también existe otro programa que ofrece asistencia psicológica a menores víctimas de violencia de género, bien porque han vivido la violencia de género hacia la madre o están siendo instrumentalizados para hacerle daño.

 

 

 

 

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