Las exportaciones, junto al turismo, afianzan el crecimiento de la economía española

La fortaleza del sector exportador, gracias a la creciente competitividad de las empresas, impulsa la confianza sobre la solidez financiera de España. Castilla-La Mancha encadena tres años consecutivos con unas ventas al exterior superiores a los 9.000 millones de euros. 

Las grandes casas de análisis parecen coincidir con el Banco de España a la hora de enfatizar la positiva evolución de la economía española. Todo apunta a que el PIB crecerá a un ritmo del 1,9% como mínimo en este ejercicio gracias al ímpetu del turismo, que este año prevé alcanzar una actividad récord superior a los 200.000 millones de euro, y la recuperación de las exportaciones. Estas últimas resultan clave para certificar el optimismo general en la mayor fortaleza de las finanzas españolas.  
 

En medio de un complejo contexto internacional caracterizado por dos grandes conflictos en Ucrania y Gaza, el comercio exterior español ha vuelto a realizar una demostración de solidez y consistencia en 2023. Convirtiéndose en una de las principales palancas de crecimiento y generación de empleo.  
 

Las exportaciones españolas de bienes superaron los 383.688 millones de euros durante 2023, siendo el segundo mejor año de la serie histórica, según datos oficiales del ICEX. Esta cifra pone a la economía española a un paso de alcanzar ya el objetivo de llegar a los 400.000 millones de euros en exportaciones en 2027 establecido en la Estrategia de Internacionalización de la Economía Española 2017-2027. 
 
En el caso de Castilla-La Mancha, las ventas al exterior en el año 2023 se acercaron a 9.830 millones de euros, la segunda cifra más alta de la historia de las exportaciones de la región, sólo superada por el ejercicio 2022. Las exportaciones de las empresas castellanomanchegas han superado así por tercer año consecutivo los 9.000 millones de euros.  
 

El sector exportador español a la cabeza de Europa 
 

Gracias a esta positiva evolución general, en especial al mantenimiento de las exportaciones no energéticas y al descenso de las importaciones de productos energéticos (gas principalmente), el déficit comercial experimentó una reducción de más del 40% durante el pasado año para situarse en los 40.560 millones de euros. Esta cifra supone el 2,8% del PIB. Un muy buen dato si se tiene en cuenta que el déficit en 2022 alcanzó los 68.112,2 millones, un 5,1% del PIB.  
 

De este modo, la tasa de cobertura, el cociente entre exportaciones e importaciones ha experimentado una mejora hasta el 90,4%, es decir, 5,3 puntos superior respecto al anterior ejercicio.  
 

La evolución del sector exterior de bienes en España se confirma como la mejor del conjunto de la  zona euro. Un buen reflejo de la creciente competitividad de las empresas españolas, con un fuerte posicionamiento en los mercados internacionales. De hecho, señala Xiana Méndez, secretaria de Estado de Comercio, el sector exterior está teniendo “un papel fundamental para la recuperación de la economía española tras la pandemia y ha mostrado gran resiliencia frente a los shocks externos como la guerra en Ucrania o el conflicto en Gaza”. 
 

La Unión Europea ha vuelto a ser el principal destino de las exportaciones españolas, un 62,7% del total. El resto correspondieron a otros destinos, entre los que destacaron los incrementos de las exportaciones a Oceanía (8,7%), América Latina (8,1%) y Resto de Europa (4,6%). Por sectores, los más dinámicos fueron la automoción, bienes de equipo y alimentación, bebidas y tabaco. 
 

La sólida base exportadora es garantía de empleo 
 

Un factor clave en este excelente desempeño ha sido la capacidad de las empresas españolas internacionalizadas para conservar sus relaciones comerciales durante unos años de gran incertidumbre. De hecho, la base exportadora ha crecido de forma sostenida en los últimos años y alcanza cerca de 44.000 empresas que exportan de forma regular en 2023.   
 

En el último año, los exportadores regulares, es decir, aquellos que exportaron en el año de referencia y en los tres años precedentes, crecieron 1,7%, acumulando un incremento del 27% desde 2010. Este continuo crecimiento de la base exportadora pone de manifiesto un cambio cultural en las empresas españolas que cada vez más perciben los mercados exteriores como un objetivo natural. 
 

Conviene recordar que el comercio exterior es un alto generador de empleo. Se estima que un 25% de los empleos en España están asociados a la exportación de bienes y servicios, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). 

Julio Muñoz. Periodista de información económica y experto en comunicación